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cache_2452151772Lo primero que muchos padres y madres nos dicen cuando llegan a mi despacho en busca de ayuda es que están desesperados, que acuden a mí después de haberlo intentado todo, una de estas parejas estaba incluso pensando en irse de su propia casa en cuanto su hijo cumpliese la mayoría de edad.

«Cuesta creerlo, cuesta creer que ese hijo  al que hemos criado dándole todo aquello que nosotros no hemos tenido ahora me levante la mano y me diga que tiene ganas de matarme» esta es la frase que hace un mes me soltó un padre cuando le pregunté en qué podía ayudarle.

Miles de familias ven cómo sus hijos se han transformado en verdaderos tiranos en su propia casa. Sus hijos se han apoderado de sus vidas y se creen con derecho a decidir sobre sus padres.

Cada caso es diferente, cada progenitor, cada familia, cada menor hacen que su caso sea diferente, pero no único, cuesta creer de uno mismo que es un padre maltratado por sus hijos.

Esconderse, ocultarlo, sufrirlo a la sombra de las familias no es la solución, no se le hace ningún favor a esos hijos, se corre el riesgo de que un día provoquen una lesión grave a alguien de la familia o a un tercero y entonces habrá consecuencias penales.

Los padres maltratados pueden pedir ayuda legal para solucionar la situación.

Es fundamental hacer un trabajo coordinado, pues es una situación que afecta a padres, hermanos e incluso abuelos y debe abordarse de un modo conjunto siempre que sea posible.