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‘Seguirá habiendo muertes porque la Ley de Violencia de Género no es efectiva’

Yobana Carril es abogada defensora de los hombres damnificados por la Ley de Violencia de Género. Sus clientes son padres que no pueden ver a sus hijos, abuelos que han sido alejados de sus nietos, hombres con decenas de denuncias interpuestas por sus exparejas… Carril analiza en La Gaceta los datos del INE sobre la violencia de género y doméstica y pone de manifiesto la incompatibilidad de la ideología de género con la ley, ambas impulsadas desde la izquierda y acogidas por el Partido Popular.

-Tres mujeres asesinadas el pasado fin de semana a manos de sus parejas. ¿Hasta cuándo va a seguir esto?

Van a seguir muriendo mujeres, hombres y niños hasta que los legisladores y el Gobierno no entiendan que la Ley Integral de Violencia de Género no funciona. Tenemos una ley para prevenir esto que se ve que es absolutamente inútil.

-La mayoría de partidos y organizaciones alegan que es precisamente la falta de presupuesto lo que hace que la Ley no ampare lo suficiente a las mujeres…

Dinero no es sinónimo de eficacia. El dinero si no se gestiona bien, y no se plantea desde el punto de vista educativo y social en lugar desde el punto de vista penal, lo único que hacemos es poner tiritas.

-¿Qué tiene que pasar para que la ley funcione?

Lo primero que tiene que pasar es que se trate de una manera igualitaria a hombres y mujeres. Es verdad que hay mujeres que mueren, pero también hay hombres y niños. Lo que pasa es que los niños que mueren, por ejemplo, a manos de mujeres, no son tan vistosos en televisión. Los medios no le dedican el mismo tiempo ni el mismo bombo.
Pero sigue habiendo mujeres que muere, hombres que mueren, jóvenes… en el ámbito de la violencia de género y doméstica. Incluso fuera de ese ámbito, en la calle. Hay cientos de actos violentos cada año. Todo esto es lo que se debe prevenir.

-Pero volviendo a la violencia de género. Aquí lo que se tiene en cuenta es el rol de superioridad del hombre sobre la mujer, el control que pueden ejercer sobre ellas. En eso consiste la violencia de género

Si la cuestión es superioridad psicológica, yo no puedo defender en ningún caso que el hombre sea superior psicológicamente a la mujer, ni lo contrario. Si nos referimos a la fuerza, entonces hagamos una ley de fuertes contra débiles, independientemente de que sean hombres o mujeres.

-Las lesbianas están fuera de esa cobertura legal porque la agresora es precisamente otra mujer

Al parecer no es lo mismo una mujer heterosexual y una mujer homosexual. Esta ley se creó como se creó, de violencia de hombre contra mujer. Se dejó fuera a estas parejas. Ahora se ha planteado una paradoja ¿Cambiamos esta ley y hacemos que lo que cuente sea la víctima y no el agresor? Eso sería reconocer que las mujeres también somos agresoras y el apoyo social que recibe esta ley es bajo la máxima de que las mujeres son víctimas y los hombres agresores en potencia. Si incorporamos la violencia entre mujeres, toda esta máxima se les cae.

-¿Qué hay de los transexuales? ¿Entran dentro de la violencia de género?

Ahora nos encontramos en un vacío legal. Hace poco ha salido el caso de un bombero denunciado por violencia de género y durante el proceso comenzó el proceso de reasignación sexual y se declara de género femenino. Ahora no saben si pueden aplicarle esta ley. Se entiende que si un hombre se aplica el tratamiento hormonal se siente mujer desde que ha nacido. No saben qué hacer.

-Entran en conflicto aquí la ideología de género con la propia ley. No son compatibles

Exacto. Por eso no entran en el caso. Se da una paradoja, por eso no se han atrevido a afrontarlo.

-Retomando el caso del bombero. Llegado el juicio alega que es mujer y que siempre lo ha sido y quedaría descartada la violencia de género. ¿Es así?

Efectivamente. Si el juez la reconoce como sexo femenino, la ley no podría aplicarse en este caso.

-¿A qué se enfrentaría entonces?

Se le aplicaría la violencia doméstica, que implica penas más leves. Y debería pasar del juzgado de violencia sobre la mujer a uno de instrucción, donde va el resto de la ciudadanía.

-El tema resulta bastante lioso. Según se desprende de sus declaraciones, en este caso la mujer presuntamente maltratada quedaría desamparada por la ley de violencia de género y el hombre -que ahora es mujer- se iría de rositas.

Según la violencia de género, sí. Se le aplicaría la ley de violencia en el ámbito familiar.

-Los últimos datos del INE son preocupantes. Hay 28.281 mujeres víctimas de violencia de género y 6.863 víctimas de violencia doméstica. Hay mucha diferencia entre un dato y el otro.

Las mujeres denuncian más y muchos sostenemos la teoría -y lo vemos día a día aunque el INE no ofrezca datos- de que se está utilizando para lograr la custodia y separar a los padres de sus hijo. El hombre aunque denuncie y aunque se condenase a la mujer, esto no afecta en el divorcio. El Código Civil sólo impide la custodia compartida cuando hay de por medio violencia de género. Es decir, sólo si el agresor es el hombre, no la mujer.

-Aun así la tasa de condenas es alta y al diferencia es abismal. Queda bastante claro, a la luz de los datos, que la existe mucha más violencia contra la mujer en el ámbito familiar

Insisto, eso significa que las mujeres denuncian más. No implícitamente que haya más violencia. Yo tengo clientes que me han enseñado fotografías y vídeos donde se ve perfectamente que son agredidos por sus esposas. Estos señores o bien no se han atrevido a denunciar, u otros abogados les han dicho que no denuncien y otros se han atrevido a ir a la comisaría de Policía y les han dicho ‘mejor vaya usted para casa’.

-¿Usted conoce algún caso donde un agente le haya dicho eso a un hombre?

Vamos, y tanto.

-Volviendo a la efectividad de la Ley de Violencia de Género. La Gaceta publicó un estudio en el que se veía cómo esta lacra aumentaba año tras año

Miles de abogados de familia, muchos jueces y muchos fiscales llevan diciendo años que la Ley Integral de Violencia de Género no es efectiva.

-¿Tiene constancia de que esto lo han dicho jueces y fiscales?

Sí. Y los que lo dicen públicamente son severamente criticados, como el juez serrano, el juez Salas o la juez María Sanahuja. A Sanahuja se la hizo callar en Barcelona. Decía que le parecía perverso un sistema en el que un hombre que le dijese a una mujer en medio de una discusión ‘déjame en paz, imbécil’ pudiese acabar con antecedentes penales.

-Sanahuja llegó a advertir sobre el abuso de algunas mujeres en el tema de las denuncias. Los datos oficiales continúan situando esta cifra por debajo del 0,1%.

No se admiten las denuncias por denuncia falsa. Simplemente se archivan, y punto. No continúan el procedimiento con lo cual así no se computan.

-¿Por qué no se sigue?

Fiscalía tiene órdenes de no seguir porque su teoría es que esto desalentaría a las verdaderas maltratadas. Después, el que quiere seguir de parte tiene que pagar un procedimiento. Muchas veces también se amparan en que no es que el hombre sea inocente, es que la mujer no ha podido demostrar su culpabilidad.

-La Fiscalía sí continúa con algunos procedimientos por denuncia falsa. Por ejemplo, el caso de la mujer que acusó a su expareja de haberle echado pegamento en la vagina.

Ese caso tiene una particularidad. Esta señora en cuanto denunció al marido fue detenido y puesto en prisión preventiva. Además denunció que había otra persona de identidad desconocida implicada. La Policía se puso a investigar haber si encontraba a ese otro individuo y vieron que era mentira, por eso descubrieron que era una denuncia falsa. Era tan evidente que a la Fiscalía no le quedó más remedio que seguir adelante. Pero si esta mujer se hubiera ceñido a que había sido únicamente su exmarido, no se habrían producido una diligencias policiales de ese calibre y este hombre habría seguido en prisión provisional hasta el día del juicio, como mínimo.

-¿Sostiene entonces que el número oficial de denuncias falsas no es real?

Sigo sosteniéndolo y seguiré sosteniéndolo a no ser que la cosa cambie, porque lo veo cada día.

-Como siempre, los menores siguen siendo los grandes desprotegidos. ¿Qué cree que va a pasar con ellos?

Absolutamente. Yo cada día estoy más preocupada. Este viernes he tenido un juicio en el que se pedía retirar la custodia a una madre con trastornos mentales muy graves que perjudicaba a su hijo de manera muy seria. Llevamos cuatro años con el asunto y por fin servicios sociales ha hecho un informe en el que se pedía que le diera la custodia al padre. La juez, aun con todas esas pruebas sobre el peligro que corría el menor, le preguntó hasta en tres ocasiones a la técnico si estaba segura de que el hijo debería ir con su padre. ‘Es que es muy grave quitarle la custodia a una madre’, decía. Estas contemplaciones no las tiene en absoluto con el padre. Le parecía más grave quitarle la custodia a una madre que proteger al hijo. En este país se protege más a las mujeres que a los niños.

VER ENTREVISTA LA GACETA 2/06/2017